Fuentes de Luz artificial
Las fuentes de luz artificial más utilizados son el flash electrónico o lámpara estroboscópica, las lámparas de tungsteno y las lámparas halógenas de cuarzo. Otra fuente es la bombilla de flash, lámpara desechable que contiene en su interior oxígeno u un delgado filamento de aleación de magnesio que se dispara una sola vez. En la actualidad ha quedado obsoleta y ha sido reemplazado por los económicos flashes electrónicos.
El flash electrónico consiste en un tubo de cristal de cuarzo que contiene un gas inerte a muy baja presión. Cuando a los electrodos sellados a los extremos del tubo se les aplica un alto voltaje, el gas se ioniza y produce un destello de luz de muy corta duración, un flash.
Los flashes automáticos están equipados con sensores, células fotoeléctricas que regulan automáticamente la duración e intensidad del destello para una toma en particular. El flash sincrónico, modelo actual del flash automático, está
diseñado para funcionar con una cámara determinada. El circuito electrónico del flash y de la cámara están integrados.
Los flashes varían en tamaño desde los pequeños incorporados en las cámaras hasta los grandes de estudio. Por lo general, cuanto más grande sea el flash mayor será la intensidad de luz producida.
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